La noche se hizo corta, calentitas frente a la chimenea, Bea nos leyo y mostro imagenes para comenzar a abrirnos a las sensaciones que pudiese despertar en nosotros el campo. Observamos como diferentes artistas captaron la naturaleza y sus colores, nos contó de aquellos que elegian vivir la furia de una tormenta atados al mastil de un barco (como TURNER) o posar la mirada y captar cada pedacito, cada forma de cada color para luego plasmarlo en su tela (como Cezanne); vimos a Monet y sus puentes pintados de millones de formas y colores diferentes: el mismo puente, desde el mismo lugar, en diferentes cuadros cada uno con sus colores, sensaciones, particularidades... cuanto para decir... con una sola imagen.
Carola me despert'o a las 6:30 "May, no te podes perder este amanecer"; dijo suavecita y corri a abrir la ventana y sacar millones de fotos llenas de grises, rosas y blancos, por la brumo y rocío de la madrugada. No me pregunten mucho de esos momentos. Estaba bien dormida, poco recuerdo. Solo imagenes y el despertar.
Luego el increible desayuno (Y el " no me hablen hasta mi segunda taza de cafe.... o la 5ta...) con dulce de leche casero y dulces "liquidos" (como le dicen all'a al hecho en casa).
y a salir a caminar el campo.... a sentirlo... con camara de fotos en mano sentí hacerme una con esos jardines parquizados antes del 1950... enormes arboles parecian abrirse a la mirada. Por primera vez en mi vida "vi", realmente "mire" el verde y sus millones de tonalidades, y mi cámara quiso captarlos. Las imagenes se suceden en este momento como si mis ojos hubiesen sido esa cámara que llevaba en mis manos. Recuerdo vivamente en especial una de varios arboles cuyas hojas pasaban del verde al amarillo y al ocre y donde entre ellas se retaceaba el cielo, gris un día, bien celeste al siguiente. y en el medio de esos arboles hojas caídas, depositadas, en el verde amarillento del pasto, sacudidas a veces por la briza.
Cuando retrocedo en los recuerdos hoy los significo desde el lugar de VIVENCIA, eso fue para mi, eso fue lo que Bea Morneau (LA Profe, así, con MAYUSCULAS) despertó en mi: APERTURA a aprender a SENTIR y VIVIR lo que deseo pintar. APREHENDER todo lo que impregnaban mis sentidos, OIR las hojas de los árboles durante el ejercicio que Bea nos propuso como si fuesen millones de pequeñas campanas con sonidos dulces, suaves, graves... el viento pasando a traves de ellas. Por primera vez también, ëscuché la dulzura del viento, si, la dulzura del viento acariciando y haciendo hablar a las hojas... y la humedad de la tierra... fría y humeda pero acogedora... el calor del sol en la cara, el viento frío en mis orejas )que finalmente me tapé cual si fuese un arabe, con lo unico que tenia una chal:
Gracias, muchas gracias por escribir todas estas sensaciones que, tal cual vivimos en el campo de Anita. No tenes idea lo bien que me hace parar la locura del día y poder recordar por un momentito todas esas sensaciones y lo fenomenal que lo pasamos todas juntas allí. Besos. Flor
ReplyDeleteGracias a vos Flor por tomarte el segundo de este comentario! fueron momentos especiales, llenos, que quise escribir y compartir. BEsotes!!!!
ReplyDeleteMay